lunes, 7 de diciembre de 2015

¿QUÉ PASA CON LA MÚSICA EN ESPAÑA?

La importancia de la música en la formación integral de las personas está fuera de toda discusión. Sin embargo, resulta complicado hacer que esa relevancia se haga efectiva a lo largo de la educación de los niños y jóvenes españoles.
En España, la educación musical generadora de interpretes y publico formado, sigue considerándose complementaria.
La educación musical nos lleva por dos caminos: Los que vivirán profesionalmente de ella y los que disfrutaran acercándose a la música como entretenimiento. Pero esta educación se encuentra con grandes problemas a la hora de hacerse efectiva. Por un lado la falta de subvenciones estatales que hacen que el coste de esta sea muy elevado y por otra que los alumnos han de compaginar sus estudios ordinarios con los extraordinarios del conservatorio. A medida que el alumno asciende en los cursos de su educación ordinaria aumenta el tiempo que tiene que dedicarle, pero en la misma proporción aumenta el tiempo que tiene que dedicarle a sus estudios musicales, por lo que muchos se van quedando por el camino y abandonan.
Numerosos estudios demuestran que practicar música aporta grandes beneficios a la persona:
-Aprender a tocar un instrumento de pequeño ayuda a mejorar nuestra memoria y a resolver problemas.
-La habilidad rítmica nos ayuda a comprender el ritmo de una conversación y las sílabas.
-Ayuda a combatir el déficit de atención.
-Según la Universidad de Münster puede curar o al menos mejorar el tinnitus. Es ese molesto pitido relacionado con la perdida de audición.






  Resultado de imagen de música
  


jueves, 3 de diciembre de 2015

UNA GRAN MADRE


Por fin podemos visitar a nuestra madre en la capilla de San Nicolás de Tolentino en la iglesia de San Andrés de Zamora.
El 19 de septiembre de 1846 la Virgen se apareció a dos niños, Maximino y Melania, que estaban cuidando el ganado en los montes de La Salette, en los Alpes franceses. Según el relato posterior de los niños la Virgen surgió como un rayo de luz, llorando, sentada sobre una piedra. La mujer era de gran estatura y vestía como las mujeres de aquella región: falda larga, un gran delantal a la cintura y pañuelo cruzado.  En su cabeza tenía una diadema que brillaba como rayos de luz.  Sobre sus hombros tenía una gran cadena y llevaba en su pecho un crucifijo con un martillo a un lado y unas tenazas al otro, signos de la Pasión de Cristo.
 El mensaje que  la Virgen dio a los niños fue de reconciliación ante la pobreza espiritual y material y las injusticias de la sociedad de aquellos tiempos. "La Saleta es un mensaje de esperanza, puesto que nuestra esperanza se apoya en la intercesión de la Madre de los hombres".
La devoción a la Virgen de la Saleta llegará pronto a España y se extenderá por diversas provincias. A Zamora llega en 1868 de la mano del entonces obispo de la diócesis Bernardo Conde y Corral. Dos años más tarde la asociación le encarga al escultor Ramón Álvarez Prieto un grupo de la Saleta en imágenes para vestir, que estuvo expuesto al culto en la iglesia de la Concepción, hoy Biblioteca Pública, hasta que esta empezó a derrumbarse. De la iglesia fue trasladado al convento de Santa Clara de forma provisional hasta encontrarle otro lugar de culto, pero ha tardado más de cuarenta años en poderse volver a visitar.
El mensaje que la Virgen dio a los pastores sigue siendo hoy plena actualidad.
Ahora está allí, esperándonos, con los brazos abiertos como una madre espera a sus hijos para cuidarnos, amarnos y ayudarnos en todo lo que necesitemos, solo tenemos que acercarnos a ella.