Me encantan las sorpresas de mi madre. Salimos de casa para ir a un concierto de música clásica del que no sabía nada, ni como se llamaba ni que tipo de agrupación iba a tocar pero eso no me impidió maravillarme con las magnificas obras que interpretaron.
Llegamos al auditorio y gracias a que estoy estudiando en el conservatorio no tuvimos que pagar nada.
Comenzó el concierto. Era una orquesta de cámara. Tenía tres violines primeros, uno de ellos era el solista, tres violines segundos, dos violas, dos cellos, un contrabajo y un clavinova. No teníamos programa pero algunas obras las conocía porque las había tocado en la orquesta del conservatorio. Tocaron muy bien y a mi me gusto mucho. Espero que algún día yo llegue a tocar así.
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